Matrimonio de Dolores Señaris Calviño e Isidro Montoto López.


Mi persona, Dolores Señaris Calviño, se casó con tan sólo 15 años de edad con Isidro Montoto López de 20 años de edad. En la fotografía estaban saliendo de la Iglesia. Caracas, año 1965.

El vestido de novia era hermosísimo, de organza, en picos y vuelos, el corpiño de un brocado con mangas largas terminadas en pico. Me quedaba espectacular, parecía que había sido comprado para mí, sin embargo, me lo prestó mi cuñada. Hacía un año que ella se había casado. Los papás de Isidro nos pagaron la reunión que se hizo en un restaurante debajo de las torres de El Silencio en el que, en ese tiempo, estaban los mejores restaurantes. Solo asistió la familia y un amigo especial de Isidro.

Con tan solo 15 años de edad, la autora de este Blog, mi persona Dolores Señaris Calviño, celebró su matrimonio civil en Caracas, año 1965.



Dolores Señaris Calviño con 15 años de edad.


El jueves 9 de Septiembre de 1965, en la jefatura de La Candelaria, Municipio Libertador, Caracas se celebró el matrimonio civil.


Dolores Señaris Calviño e Isidro Montoto en la Jefatura de La Candelaria en Caracas, celebrando su matrimonio civil el jueves 9 de Septiembre de 1965. Allí con los dos testigos Ramón y José.


Dolores e Isidro.


Dolores Señaris Calviño.


Isidro Montoto López firmando su matrimonio por el civil.


Dolores Señaris Calviño firmando el acta de su matrimonio civil en la parroquia de La Candelaria en Caracas. Jueves 9 de Septiembre de 1965.


Así era la Iglesia Nuestra Señora de La Candelaria en 1965 y la jefatura quedaba en el lateral izquierdo de la Iglesia, era totalmente independiente.


Uno de los libros de los registros en la jefatura.

En Venezuela, la mayoría de los trámites sobre asuntos civiles de personas naturales se llevan a cabo en las jefaturas civiles, que a su vez dejan constancia de estos asuntos en el llamado Registro Civil, aunque en otros países como España se le denomina a estos organismos simplemente como "Registro Civil".

La Jefatura Civil es un organismo administrativo encargado de dejar constancia en el Registro Civil de los hechos o actos relativos al estado civil de las personas naturales, así como otros que las leyes le encomienden. En el Registro Civil se inscriben los nacimientos, la filiación, el nombre y apellido de las personas, los fallecimientos reales o presuntos, los matrimonios. Asimismo, puede corresponderle, según el país, el registro de las guardas, la patria potestad, las emancipaciones y las nacionalizaciones.

Carro Cadillac DeVille del año 1960 como el que llevó a Dolores a la iglesia.


Cadilla DeVille negro con tapicería gris de 5 puestos, modelo del año 1960.

Iglesia Nuestra Señora de La Candelaria donde se celebró el matrimonio  eclesiástico el sábado 11 de septiembre de 1965.


Fachada de la  Iglesia de la Candelaria remodelada hoy en día.

En La Candelaria se han asentado a lo largo del siglo XIX y XX numerosos inmigrantes canarios, gallegos, vascos y portugueses. Buena parte de sus pobladores son originarios de las Islas Canarias, de hecho el nombre proviene de la Virgen de la Candelaria, patrona de dicho archipiélago español. Otra gran porción de inmigrantes la conforman los gallegos quienes incluso, luego de asentarse en esta zona, fundaron el Club Social de la Hermandad Gallega en la avenida Andrés Bello.


Doctor José Gregorio Hernández, hoy en proceso de beatificación

En la iglesia de la Candelaria frente a la plaza del mismo nombre reposan los restos del doctor José Gregorio Hernández, hoy en proceso de beatificación. Esta zona también es popularmente conocida por la gran cantidad de restaurantes dedicados a la comida española. Aunque hoy en día, la oferta gastronómica se amplía también a restaurantes de comida italiana, criolla, china e internacional. También abundan bares y las llamadas tascas.

Dolores Señaris Calviño y Luis Montoto Brea entrando a la iglesia de La Candelaria, año 1965.


Dolores Señaris Calviño de 15 años entrando a la iglesia de La Candelaria en Caracas acompañada de su suegro y al mismo tiempo padrino de la boda Luis Montoto Brea el sábado 11 de Septiembre del año 1965.


Este es el pasillo por donde entraron a la iglesia  Dolores e Isidro tomados cada uno del brazo de su respectivo padrino, año 1965.

Isidro Montoto López y su mamá Luisa López entrando a la iglesia de La Candelaria en Caracas, año 1965.


Isidro Montoto López de 20 años entrando a la iglesia de La Candelaria en Caracas acompañado de su madre y madrina de la boda Luisa López el 11 de Septiembre de 1965.

El sábado 11 de Septiembre cumplía mamá un año de muerta. Fue un día jueves que nos casamos por civil y un día sábado que nos casamos por la iglesia.

Ese Sábado estaba muy nerviosa, tenía miedo, pues yo no sabía nada de las relaciones de pareja, no sabía qué hacer y no tenía alguien de confianza a quien preguntarle al respecto, pero recordaba las palabras de mi mamá, todo lo que me explicó el día que me desarrollé y analizándolas, pude salir adelante. Ese día fui a la peluquería, me hicieron un moñito recogiéndome la parte de arriba, pues el tocado así lo requería, dejándome el cabello suelto. Estaba muy nerviosa, le rogué a mi papá que me llevara a al altar en la iglesia pero él con su tristeza, su depresión y su malestar, no quiso; él fue, pero se encontraba vestido todo de negro. El que me llevo al altar fue el papá de Isidro, además de él y la señora Luisa eran nuestros padrinos de boda; Isidro estaba muy nervioso y llegó la hora de vestirse con aquel bello vestido de novia blanco ¿Qué significaba? ¿Pureza? Y yo me sentía así, estaba parada en el mismo cuarto donde mamá murió, donde tantas cosas tristes pasé,  mi cuñada Mari Luz me ayudaba a vestir y ya cuando estaba lista, maquillada, preciosa, me miré al espejo fijamente y de pronto sentí el aroma del perfume de mamá, su voz me decía al oído.


Mamá con 36 años.

 “Te quiero hija. Se feliz” su energía estaba allí la sentí con tal fuerza que empecé a temblar y volteé a ver su foto, pensaba “Mamá, justamente hoy, aquí mismo y a esta misma hora te fuiste. Como me hubiera gustado que estuvieras aquí conmigo” y empecé a llorar desconsoladamente, nadie me podía calmar, chorree todo el maquillaje  y cuando me pude calmar Mari Luz no hallaba como volverme arreglar, hizo lo que pudo y cuando salí del cuarto al pasillo igual que el día que corría hacia la calle a ver qué pasó con mamá, toda la gente estaba afuera a los lados del pasillo y del patio, para verme pasar, yo pasé del brazo del señor Luis, baje las escaleras y las piernas me temblaban, el patio estaba lleno de gente y me gritaban “Felicidades”. Fuimos abriéndonos paso entre las personas, de pronto alguien me agarró del brazo y se paró frente a mí, era Luis: estaba raro, tenía los ojos brillantes, estaba a punto de llorar, me agarró las manos y me dijo  “Levántate un poco el velo para poder verte los ojos” me lo levanté, me miró fijamente, me dio un beso en la mejilla y me dijo “No llores más y se muy feliz” y yo solo dije “Gracias” y caminé con el señor Luis hacia el carro que me llevaría a la Iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria, cuando llegué había mucha gente alrededor de la Iglesia porque además de nosotros habían otras bodas. Yo llegué retrasada, Isidro estaba en el altar  con la madrina su mama entre caminando por el medio de la iglesia, me parecía que flotaba y al llegar al altar.


Isidro tenía rato esperándome en el altar con la madrina; su mamá la Sra. Luisa.


Isidro estaba muy serio y yo muy nerviosa al subir al altar.


Isidro y los padrinos muy serios y yo en el altar.


Esta fotografía en el altar fue en el momento en que Isidro volteó a mirarme y me dio la mano y yo sonreía y me tranquilizaba. Luego llegó el sacerdote y empezó la ceremonia.


 El sacerdote leyendo los deberes de los esposos.


El sacerdote echando agua bendita. Mientras yo le pasé mi buquet de rosas blancas a la madrina.


Fotografía tomada por detrás del altar. Al frente el imponente y hermoso fondo del altar de la Iglesia Nuestra Señora de La Candelaria en Caracas.

 

Isidro y Dolores tomados de las manos escuchando al sacerdote leyendo los deberes de fidelidad de los esposos.



Cuando me levantó el velo nuestros ojos se unieron en una inmensa mirada de amor, compromiso, seriedad y lealtad. En esa mirada me di cuenta que los dos sentíamos lo mismo, era un gran momento donde Dios unía nuestras vidas para siempre. ¡Hasta que la muerte nos separé! Y así lo asumimos los dos.


Cuando Isidro me puso el anillo en el dedo ya como su esposa fue muy emocionante.


Así de sencillos eran nuestros anillos de oro.

Son dos las alianzas en el rito católico.

Las alianzas matrimoniales son dos. En el rito católico del sacramento del Matrimonio, los esposos se ponen recíprocamente el uno al otro los respectivos anillos justo después de que han unido sus vidas por medio del consentimiento matrimonial. Ahora confirman esas palabras con un gesto simbólico. El sacerdote bendice los anillos: "El Señor bendiga estos anillos que vais a entregaros uno al otro en señal de amor y de fidelidad" y la asamblea responde: Amén.

Entonces ellos proceden a ponerse las alianzas: primero el esposo a la esposa; después, ella a él, mientras dicen estas palabras: "Recibe esta alianza en señal de mi amor y fidelidad a ti".

Cada alianza es símbolo de la entrega recíproca. Cada alianza permanece en el dedo anular del esposo, allí donde fue puesto amorosamente por el otro "en señal de amor y fidelidad". Ellos serán siempre dos personas distintas que quieren amarse, se han comprometido a hacerlo, y cada uno tiene en la propia mano la señal de la entrega del otro. Al tocar el anillo, no se toca aquel trozo de metal que entregó en el día de la boda, sino el mismo que el otro cónyuge colocó en su dedo anular.

Son dos alianzas, no una sola, las "señales" del amor conyugal, para que ellos, que son dos personas distintas sean conscientes de que están llamados a ser una sola carne, a amarse recíprocamente con fidelidad perpetua.


El sacerdote le colocó el anillo a Isidro en esa época era la costumbre.


Las arras son trece monedas, preferiblemente de oro o plata pero pueden ser de cualquier otro metal, todas del mismo tamaño, que os entregaréis durante la ceremonia después del intercambio de anillos.


 Trece monedas. Isidro las llevó en una bolsita similar a esta.


Las arras significan la promesa de compartir y cuidar los bienes futuros, es la aceptación de responsabilidades por parte de los novios para que nunca falte nada en el futuro hogar que se empieza a construir desde el momento en el que se contrae matrimonio.

Son trece porque simbolizan los doce meses del año y hay una más como acto de generosidad para compartir con los más desfavorecidos. En este caso, el trece es un número de buena suerte. 


Ya casados... el sacerdote nos declaró marido y mujer.


En la iglesia Nuestra Señora de La Candelaria recibiendo la bendición de Dios por nuestro matrimonio.

Bendición matrimonial.

El sacerdote dijo que quería terminar volviendo a recordar las bodas de Caná según el Evangelio de Juan Cap. 2 en las que hay ese mensaje al que me refería al principio, para los que son novios todavía, o para los que no han entregado su matrimonio a Dios todavía, así como para recordarlo a los que están casados en Cristo: "Hasta ahora habéis disfrutado del vino de vuestra relación, ...pero a partir del día en que os caséis, u os entreguéis a Dios como matrimonio, disfrutaréis del buen vino, reservado para un matrimonio que ha venido a buscar la bendición de Dios, y que por ello recibe su milagro –como el que hizo Jesús al convertir agua en el mejor vino– el vino del amor eterno, el amor de Dios." Por tanto a los esposos que han confiado su matrimonio a Dios y de Él esperan el amor eterno y verdadero: ¡Que sean muy felices y que Dios los bendiga para siempre!


A la izquierda mi tío Nieto, mi tío José Lamas, mi papá Jesús Señaris y mi suegro Luis Montoto.


Iglesia de Nuestra Señora de La Candelaria.


Allí en la parte de atrás de nosotros el hermoso altar de la iglesia de La Candelaria.

Del lado izquierdo arriba una pareja de amigos, Mari Luz y Antonio Montoto, un amigo de Isidro, mi tía Esclavitud Calviño y mi tío Jesús Gontan, a la izquierda abajo, mi suegra Luisa López de Montoto, Isridro y Dolores, luego a su lado mi suegro Luis Montoto, mi tío José Lamas, mi papa Jesús Señaris Lens, y mi tío Nieto. 

Dolores e Isidro ya convertidos en esposos, saliendo de la iglesia de La Candelaria en Caracas, año 1965.



Saliendo de la Iglesia la Candelaria en Caracas, ya casados Isidro y Dolores el 11 de Septiembre de 1965.  


Cuando la ceremonia terminó, salí del brazo de Isidro, me sentía feliz, caminaba en las nubes; afuera están todos mis primos y mis tíos y nos felicitaban. Isidro y yo nos dimos un abrazo muy fuerte, allí estaba papá, tenía una tristeza tan grande, me miraba en silencio, no se movió, no dijo nada; Yo fui a donde él estaba y lo abracé, yo en ese momento solo sentía felicidad, él solo tristeza, me abrazó en silencio, se quedó quieto y cuando me separé de él, él estaba llorando y sus ojos había una inmensa tristeza, mucho miedo, la soledad tan grande que él mismo se había labrado.


Dolores Señaris Calviño,

Las Torres de El Silencio en el municipio Libertador en Caracas en el año 1964.


Las dos Torres del Silencio y por debajo la Av. Bolívar que pasa por debajo y llega a la plaza O'leary.

Nos fuimos al restaurante, en las Torres del Silencio pues en esa época debajo de las torres estaban los mejores restaurantes y es en uno de ellos donde trabajaba mi papa por eso se escogió allí. donde nos reuniríamos, la cena fue intima, apenas 15 personas, pero fue muy linda; nos tomamos muchas fotografías, como a las 10 de la noche nos fuimos, yo no sabía a donde iríamos, nos despedimos de todos y nos fuimos. Isidro había reservado  una habitación en un lindo hotel en San Bernardino, pasaríamos allí tres días.



El primer brindes de los recién casados Isidro y Dolores.



Mis suegros Luis y Luisa brindando con un amigo de Isidro.


Mesa para 15 personas decorada para novios en el restaurante.


Todos los invitados cenando y al final se observa la torta.


Dolores e Isidro cenando con los invitados.


Dolores con su cuñada Mariluz Montoto de Montoto.


Dolores Señaris Calviño.


Dolores Señaris Calviño con su papá Jesús Señaris Lens. Nótese la tristeza de mi papá por el fallecimiento de mamá, papá le guardó luto riguroso hasta que falleció un año después, víctima de un cáncer en el estomago en 1966. 


Dolores e Isidro.


Dolores e Isidro.


Dolores Señaris Calviño.


Dolores e Isidro con los padrinos y padres de Isidro.


Dolores e Isidro con su hermana Mariluz y su esposo Antonio Montoto.


Dolores con su suegra la Sra. Luisa López de Montoto.


 Dolores con su cuñada Mariluz Montoto de Montoto.


Dolores y Mariluz.


El papá de Isidro, una amiga y su hermana Mariluz.


Dolores colocándole a su papá un ramito de su bouquet de novia.


Dolores colocándolea a su suegro Luis Montoto un ramito de su bouquet de novia 


Dolores colocándole a su tío Jesús Gontan un ramito de su bouquet de novia.


Isidro y Dolores.


Isidro y Dolores.


Isidro y Dolores picando la torta de su matrimonio.


Isidro y Dolores.


Copas decoradas para el primer brindes de los novios.


Centro de mesa.

¿Cuál es el significado de las flores para bodas?

Independientemente del tipo de novia que seas, existen ciertos elementos que se encuentran presentes en todas las bodas, tanto si son al aire libre, en un salón, o en cualquier otra parte, uno de esos elementos será de lo que hablemos hoy: el significado de las flores en bodas.

Las flores son imprescindibles en toda boda, ya que nos permiten expresar sentimientos y sensaciones de una forma única que ninguna otra decoración podría suplir. Amor, romanticismo, pureza y pasión son algunas de las cosas que las flores pueden decir en un lenguaje que solo ellas conocen. Por eso hoy hemos decidido contarte cuál es el significado de diez de los tipos de flores para bodas más utilizadas por las novias de todo el mundo, a fin de que no solo las elijas por como lucen, sino también por lo que tú quieras decir a través de ellas.

Esto fue reseñado en el CAPITULO 9 del blog Sola en América.

Contacto
¿Quiénes somos?

Somos Fundación I.J.M. La Milagrosa RIF: J-29780376-9, una fundación sin fines de lucro que apoya a las personas con cáncer de cabeza y cuello. La fundación fue registrada en Caracas, Edo. Miranda-Venezuela ante el Registro Municipal de Baruta en la Avenida Miguel Ángel de Bello Monte.

La fundación fue creada en homenaje a Isidro José Montoto Señaris, quién falleció en el año 2005 en Caracas, Venezuela por cáncer de laringe producido por el cigarrillo. Su presidenta, mi persona Dolores Señaris Calviño, decidió escribir un blog en Internet llamado Sola en América con una historia de fondo personal documentada con fotografías y debido al éxito de éste en todo el mundo, decidí complementarlo añadiendo lo hermoso que sucede en Venezuela, tales como tradiciones, historia y espectáculos, editando un capítulo mensual donde reseñamos todos los acontecimientos positivos del momento.

Este blog será una herencia para mis futuros nietos y será fuente de información para las futuras generaciones.

¿Qué le ofrecemos al cliente?

El blog ha alcanzado millones de entradas en Internet, por ese motivo he decidido abrir esta página para publicar sus eventos en los capítulos de nuestro blog Sola en América en donde reseñaremos con fotografías, vídeos y la información que nos suministren; bodas, primeras comuniones, bautizos o cualquier otro evento que el cliente decida por un costo muy razonable. Sus eventos publicados en nuestro blog serán vistos por 25 países que actualmente están siguiendo el blog. Adicionalmente editamos un vídeo con la reseña completa de su evento y lo enviamos para que el cliente lo tenga de recuerdo. También si lo desea, lo publicamos en Facebook, Twitter, Google y Youtube. Los ingresos serán un aporte para realizar labor social de nuestra fundación.

También hacemos reseñas de publicidad para las empresas que se quieran anunciar en nuestro blog. El costo de la reseña dependerá de en cuantos capítulos del blog se quieran anunciar. Cada capítulo tendrá un precio unitario, si se anuncia en los 12 capítulos del año tendrá un precio especial

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